jueves, 9 de junio de 2011

Las mayOres PreGuntas de La jUventud.!!

Cada joven desea encontrar una respuesta adecuada a sus preguntas.
Muchos no están satisfechos con los padrones de vida que se les impone. Desean tomar sus propias decisiones, y tienen razón, pues deben enfrentarlas.
Las tres preguntas principales son:
1 - ¿Qué hacer con Dios?
2 - ¿Qué hacer con mi vida?
3 - ¿Quién será el compañero de mi vida?
Elegir una profesión adecuada es importante. Pero, no pienses únicamente en ganar dinero, sino también, en servir a tus semejantes. Te sentirás útil, satisfecho y feliz. Si no quieres errar en esta decisión y en la tan importante del matrimonio. Considera bien la primera pregunta, deja que Dios dirija tu vida y te conduzca con su mano de amor.
Sí, esa primera pregunta: ¿QUÉ HACER CON DIOS? es muy importante.
Vivimos en un tiempo de escepticismo y de materialismo. En muchos colegios y universidades se enseña que el hombre desciende del mono o de algún otro ser inferior. La Biblia menciona que el hombre fue creado por Dios. No hay motivos para dudar, porque hay evidencias extraordinarias. La verdadera ciencia y la Biblia van de la mano.
Dios está en la conciencia de cada ser humano. No existe pueblo alguno que no haya buscado adorar a Dios de alguna manera.
La Biblia contiene 2.300 profecías extraordinarias. El pasado, presente y futuro está delineado con perfecta exactitud, inclusive el destino de imperios, pueblos y ciudades. Se describe la vida de personas antes que nacieran, los sucesos actuales, anticipaciones científicas interesantes como: la redondez de la tierra, la gravitación universal, el ciclo hidrológico, el avión, el automóvil, etc.. Las profecías de Daniel y Apocalipsis muestran en forma cronológica la historia política y religiosa de más de 2.000 años. Existen profecías matemáticas asombrosas. ¡No puede ser el resultado de la casualidad! Son cosas realmente interesantes, que ¡vale la pena conocer!
La Biblia da valiosos consejos y nos ayuda en todo estado de ánimo, pues dice 360 veces: "no temas" ¡Pero como tiene algunas cosas que cuestan entender, es conveniente tener una guía de ayuda, y ¡la tienes a la mano!


¡NOVIAZGO!
El noviazgo es una etapa maravillosa. Tiempo de ilusiones y desilusiones, de sueños, derrotas y triunfos. De ansiedades y espera sin igual.
Desde la adolescencia van desarrollándose los sentimientos y comienza a trabajar el corazón. La juventud es el tiempo en que se tomarán las decisiones más importantes de la vida.
Pero, ¡cuántos han fracasado! ¿Verdad? ¡Cuántas parejas tomaron decisiones arrebatadas o fueron movidas por impulsos! El gran número de divorcios, uno por cada tres casamientos, deben alertarnos a considerar cuidadosamente esta decisión.
  • CONSEJOS IMPORTANTES
  • Casarse recién cuando se es  
  • maduro, física y mentalmente, cuando se es capaz de ganarse la vida y se tiene una edad conveniente.
  • No dejarse guiar solamente por la hermosura exterior, ya que ésta pasa. El sabio Salomón dijo: "Engañosa es la gracia, y vana la hermosura, la mujer que teme al Señor, ésa será alabada" Proverbios 31:30.
  • Es peligroso llevarse por una pasión irrazonable. A menudo la pasión se convierte en odio.
  • Deben haber pasos preliminares: Amistad - Frecuentación - Noviazgo y Matrimonio. Un proceso en el que ambos se conozcan en sana camaradería.
  • Pregúntese: ¿Puede mi novio comprenderme y respetarme siempre?
    ¿Puede ser mi novia, una buena esposa, madre y compañera? ¿Es capaz de ayudarme, espiritual, práctica y financieramente? ¿Tiene mi novio seguridad financiera, un oficio y es laborioso? ¿Cómo trata a su madre? ¿Ama a los niños y animales? ¿Sabe perdonar? ¿Es rencoroso?
  • Cierto escritor ofreció la siguiente sugerencia a un muchacho que deseaba contraer matrimonio: "Si tienes en vista alguna señorita, procura verla cuando pela papas en la cocina. Si saca las cáscaras muy gruesas: es derrochona, si deja los ojos: es perezosa, si lava las papas una sola vez: es superficial, si las deja quemar: es negligente. Con esa no te cases, porque nunca te hará feliz" ¡Cuán importante es observar las cualidades de carácter de aquel con quien nos proponemos unir nuestra vida!
  • Antes de tomar una decisión definitiva, pide consejo a tus padres y sabiduría a Dios. Si te dejas conducir por Él, guiará tu vida hacia el éxito y serás muy feliz.


lunes, 16 de mayo de 2011

PERSONALIDAD Y CARÁCTER

Querido joven: Quizás encuentres en este tema la orientación que anhelas. Hay cosas que te preocupan y... ¡tú mereces una respuesta!

¿Cómo vencer nuestros complejos?
¿Te molesta demasiado lo que otros piensan de ti? ¿Criticas a menudo tus características personales o las de los demás? ¿Sufres, también, falta de confianza personal, de debida concentración, retraimiento, o timidez?
¿Tienes conflictos con los que te rodean?
Seguramente también tú deseas triunfar en la vida, desarrollando una personalidad sólida y enriquecida. Sería bueno que forjes tu propia escala de valores. Tal vez tengas problemas para hacerte de amigos, problemas con tus padres o con el ambiente en que te mueves. ¿Quién es el culpable?

La causa no está en ellos, sino probablemente en "ti mismo".

Lo que piensas de ti mismo, y la actitud que asumes, es la imagen que reflejas frente a los demás. Esto tiene que ver directamente con la capacidad de hacerte de amigos, con tus problemas o el ambiente en que te mueves. Incluso tiene que ver con tu vida espiritual, tu actitud frente a Dios y tu tranquilidad y paz interior.
Cada persona debe decidir si va a llevarse de las actitudes, formas de vestir y proceder de los padrones sociales y culturales que otros tienen, de la forma de pensar de sus amistades, de sus metas y objetivos, o si se llevará de lo que Dios piensa y desea.
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo", dijo Jesucristo (Mateo 22:39). ¿Te amas a ti mismo? La visión negativa que tengas de ti puede repercutir en la relación con tus amistades y dificultarte en descubrir el verdadero propósito de tu vida. Pueden derivar en rechazo, derrota, inseguridad y diversos complejos.
El complejo de superioridad es uno de ellos. La persona posee una tentativa exagerada de aceptación o bien puede llegar a la sofisticación en la forma de escoger sus amistades. Mayormente no somos conscientes de nuestros complejos. Buscamos razones, nos preguntamos por qué otros no nos aceptan como sinceramente lo deseamos. Los culpamos de diversas cosas y nos tornamos críticos y cínicos. En cierto grado, el complejo de superioridad es el tener una opinión demasiado elevada de uno mismo. La persona desprecia la actitud de los demás para con él, escogiendo aquellas amistades sobre las cuales el puede sobresalir. Las Sagradas Escrituras nos dicen: "...que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura..." Romanos 12:3.
El complejo de inferioridad es otro problema. Cuando hay timidez excesiva, falta de autoconfianza o retraimiento, cuando alguien nos rechaza por nuestra timidez, se confirma en la mente la idea que somos inferiores. Cuando nos comparamos siempre con los demás y damos más valor a lo que otros opinan de nosotros, vamos desarrollando un sentimiento de inferioridad. Con el tiempo puede llegar a dañar nuestra personalidad, sintiéndonos inferiores y a preocuparnos demasiado en nuestras deficiencias. Como resultado evitamos el roce con otras personas a fin de no atraer la atención hacia nuestros defectos.
Sí, querido joven, Dios quiere que irradiemos su carácter, porque la verdadera belleza no se encuentra en la apariencia física sino en el cultivo de las cualidades espirituales.


Si comprendes que has estado alejado de una personalidad ideal y te sientes perturbado en tus relaciones, con complejos, pídele perdón a Dios por no haber estado conforme como Él te hizo. Agradécele sinceramente por haberte hecho como eres y deja que Él interceda en tu vida. ¡Una nueva esperanza inundará tu corazón y obtendrás grandes victorias! Los resultados serán brillantes. Encontrarás nuevas amistades, se solucionarán todos tus problemas y sabrás desenvolverte en cualquier ambiente en el cual vivas. Millones de jóvenes, han encontrado en las Sagradas Escrituras una valiosa ayuda, la brújula que necesitaban para hallar el rumbo certero de su existencia.